jueves, 28 de mayo de 2009

Zocolate

Hace 15 días de esta reflexión en celular, hace 15 minutos de la decisión de compartirlo. Esto es desahogo, en esta ciudad hay personas valiosas, individuos que luchan y no se rinden por cualquier motivo, aunque a veces se depriman y se conviertan en uno más de esta podrida sociedad. La ciudad es bella, de visita todo es novedad, de habitante es cotidianeidad.


Vivimos en casas grises, en círculos de los que jamás saldremos, rutina en mano vamos de un lado a otro al ritmo del alcohol, mezcla sin pecado aparente, con la esperanza de no caer en provocación de terror.


Vestimos de armonía el aborto de nuestra tristeza, buscamos la clave de la canción mixteca, llamamos indio a la cerveza y al mesero, corremos al rescate de la vergüenza y si caemos, con el brazo evitamos la caída, con el dedo índice al norte seremos guías de turistas.


Comemos insectos de nuestro reflejo en otros, el top model clausura protesta en calles, olvida que la mirada predice nuestro destino, estar atados a la negativa se repite, laboramos la inmundicia a través de un perfume, la pertenencia desfallece el sentido de fumar, de seguir insistiendo.


Vivimos, vestimos y comemos, somos tradición y por costumbre, tendremos a bien heredar zócalo y chocolate, mentiras con dolor en mezcal, sabores múltiples en calor de canto.


¿Y la lluvia dónde está? ¡Se ve, se siente, el horror está presente!


Zocolate

David Almaraz

15 - 28 de Mayo de 2009

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