domingo, 3 de mayo de 2009

El inolvidable reflejo de cualquier cobarde

La influenza nos hace presas de miedo, sin besos, sin contacto, sin manos. Por la noche todo se sacrifica, la salud no importa, las hipocrecias y mentiras permanecen, pero el calor aumenta. En Oaxaca a veces llueve; nosotros, a veces secos, a veces mojados, sin necesidad de tormenta.

Reciclamos globos,
venideras estatuas,
veneradas llagas,
ocultas mentiras.

Pactamos besos,
sellos de alcohol,
evocamos fidelidad,
pastilla del día siguiente.

Créeme recuerdos,
pintamos el cielo,
no existe el desierto,
no hay calor secreto.

Anhelos de tiempo,
justicia de vientos,
llamada sin duelos,
epitafio un consuelo.

Nos vemos promesa,
injusta propuesta,
suspicacia redención,
duda alterna.

El virus espera…


David Almaraz

2 de Mayo de 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario